Tanto la eliminación de vello como la eliminación de pigmentos son dos procedimientos estéticos que involucran el uso de láseres. Pero al tener diferente finalidad, ¿se puede utilizar el mismo tipo de láser para ambos casos? En este artículo te contamos las diferencias entre los dos tipos de tratamientos y si puede resultar adecuado o no usar el mismo láser.

Depilación: El Láser Amigo del Folículo
Este procedimiento cosmético para eliminar el vello corporal que se realiza en cara, piernas, espalda, brazos y otras partes del cuerpo es cada vez más popular. El láser que se utiliza para la depilación actúa de forma que atraviesa las capas de la piel y llega directamente a los folículos pilosos sin causar ningún daño colateral. Este láser se apunta hacia el folículo piloso y está diseñado para ser absorbido por la melanina del mismo, que es el pigmento que le da color al cabello. Con la absorción, la luz del láser se convierte en calor, y es eso mismo lo que destruye el folículo y evita que el vello vuelva a crecer.
Eliminación de Pigmentos: Borrando el pasado
Aquí estamos hablando tanto de eliminación de pigmento de tatuajes como de manchas oscuras, por ejemplo las que aparecen a causa de la exposición solar. Estas manchas contienen una concentración de melanina, al igual que también hay melanina en la tinta de los tatuajes, y justamente esta es el blanco del láser, al igual que en el caso de la depilación. El rayo láser apunta a la melanina en la piel y la calienta, lo que resulta en la destrucción de la lesión pigmentada en el caso de las manchas y en la rotura de la tinta en pequeñas partículas para que el cuerpo pueda eliminarla gradualmente en el caso de los tatuajes.
El quid de la cuestión
Entonces, si en ambos tipos de procedimientos el objetivo es apuntar a la melanina, ¿se puede utilizar el mismo tipo de láser? Pues la respuesta es no: el tipo de láser utilizado en cada procedimiento es diferente. Y es que los láseres para depilación y eliminación de tatuajes y manchas utilizan longitudes de onda diferentes, que es lo que en última instancia determina la tarea que puede realizar un láser. Así que, lamentablemente, no se puede simplemente coger el láser de depilación y apuntarlo a un tatuaje ni viceversa.
Para la depilación láser, se requiere una longitud de onda más larga, que penetre profundamente en la piel para alcanzar el folículo piloso. Esto generalmente cae en el rango de 755 nm a 1064 nm. Ahora, para la eliminación de tatuajes y manchas, la longitud de onda debe ser más corta, lo que permite que el rayo láser descomponga el pigmento o fragmente la tinta sin afectar el tejido circundante. Esto suele estar en el rango de 532 nm a 1064 nm.
Te presentamos nuestra maquinaria láser predilecta para cada uno de estos tratamientos:
En conclusión, aunque pueda parecer tentador matar dos pájaros de un tiro, la realidad es que cada tratamiento requiere un enfoque especializado y la clave de todo está en la longitud de onda del láser. Usar el láser equivocado no solo podría ser ineficaz, sino que también podría causar daños en la piel.